10 consejos para enfrentar una separación amorosa de mucho tiempo

Tarde o temprano, todos vamos a pasar por el horrible trámite de una ruptura amorosa. Es algo desagradable y doloroso (en la mayoría de los casos) y más cuando la relación la ha finalizado la parte contraria.

Los hombres y las mujeres que son rechazados, en comparación con los que rechazan, experimentan más depresión, pérdida de autoestima y pensamientos cuidadosos y reiterados sobre un mismo tema. Y, por si fuera poco, puede llegar a afectar al sistema inmune.

Por suerte, la ciencia ha encontrado algunos métodos para pasar mejor el trago.

1-. Llore, desahóguese

Al experimentar esos sentimientos disminuirán con el tiempo y se acelerará el proceso de duelo. Las etapas de duelo con frecuencia incluyen: negación, negociación, enojo, depresión y aceptación.

Es lo primero que hay que hacer: llorar, soltar toda la pena y la rabia. Aunque la gente de nuestro entorno nos diga que lo olvidemos; todo lo contrario: llore, porque le apetece llorar. Hay que autorizarse a estar mal y llorar, sentencia Esteban Cañamares, miembro del Colegio de Psicólogos de Madrid.

2-. Concéntrese en las cosas malas de su ex

¿Dejaba siempre la tapa del servicio levantada o sucia? ¿Nunca ponía la lavadora? ¿Era una persona holgazana? No deje de pensarlo y se sentirá mejor. Aquellos que evocan los aspectos negativos tienen una respuesta emocional menor (es decir, se sienten menos hechos polvo) cuando miran las fotos con sus ex.

3-. No intente quedar bien con la otra persona

Cuando dos amantes cortan, ambos lo pasan mal, aunque, la persona que toma la decisión ha tenido un tiempo para reflexionar y asimilar antes de anunciarla, de modo que el sentimiento de culpa y pérdida es más claro en la persona que no decide, dice Trinidad Bernal, doctora en Psicología.

A veces, con la mejor intención, quien ha puesto punto final intenta minimizar el daño en el otro ofreciéndole su amistad o proponiendo el clásico «aquí estoy para lo que necesites». Los expertos lo desaconsejan. «Lo único que consigue es crear en el otro un sentimiento de esperanza, y lo fastidia», indica Bernal.

4-. Salga con sus amigos

Puede tener efectos balsámicos, siempre que nos lo pida el cuerpo. «Lo de obligarnos a salir, eso nunca. Sin forzarlo. Puede que no nos lo pasemos bien y cuando realmente nos apetezca prefiramos no salir»

5-. Evite hablar demasiado del tema

Descargar las penas en un hombro amigo es casi una necesidad cuando uno se siente como un perro apaleado. Para los psicólogos, está bien hacerlo dos o tres veces, pero no más. «Al verbalizarlo constantemente, la herida sigue abierta», señala Trinidad Bernal. «Uno encuentra relax en ese momento, pero a la vez provoca que se recuerden una y otra vez las mismas situaciones y no hay manera de salir bastante fuerte.

Los amigos creen que ayudan mucho con eso, y no es verdad. Lo que se recomienda es que se desvíe la conversación hacia otros temas, distraer al amigo o la amiga que está pasando por esa situación.

6-. No busque culpables

Montarse películas no trae nada bueno. Tendemos a inventarnos una historia de buenos y malos. Las cosas son mucho más complejas. Es mejor huir de eso, primero porque es falso, y puede llevarnos a cometer nuevas equivocaciones de pareja. También porque las culpas facilitan las depresiones, los ataques contra uno mismo

7-. Descarte iniciar una nueva relación enseguida

Suele suceder que quien ha tomado la decisión tiene un derroche social altísimo. Pero no siempre es aconsejable emparejarse pronto. Si se implica enseguida en una relación sin haber pasado el duelo, lo más probable es que no tenga éxito.

 Hasta que no se ha pasado esa fase, indudablemente no va a estar en condiciones de poder dar cariño a otra persona y va a estar enganchado a situaciones anteriores.

Menos probable es que la persona abandonada tenga ganas de comprometerse a corto plazo. Ni se le va a ocurrir. Su centro de atención sigue estando en el otro. Tras una separación, los hombres son más propensos a iniciar una relación de rebote, como asegura un estudio publicado en Social Sciences en 2013. ¿Y una relación esporádica? Es un parche para un momento, no la solución

8-. Recupere rutinas

El tiempo que antes tenía para usted —en ocasiones limitado, puesto que de buen grado compartía horas y actividades con su pareja, ahora se ha multiplicado: aprovéchelo en su propio beneficio, apuntándose a un gimnasio, matriculándose en un curso o visitando exposiciones. Será como extraer una consecuencia buena de algo malo.

 Es necesario hacer una lista de actividades. Pero con antelación: planifiquemos el fin de semana antes de que llegue el viernes, de lo contrario se quedará tumbado en el sofá dándole vueltas a los recuerdos. Funciona muy bien el volver a hacer cosas que a uno le gustaban y dejó de hacer, o cosas que nunca ha hecho y puede apuntarse a ella.

9-. Póngase en forma

Cuidar el cuerpo es importante. La actividad física, salir al aire libre, pasear, respirar de una manera más relajada, son cosas que ayudan mucho. Las emociones nos están generando reacciones químicas en nuestro organismo que son contraproducentes, y de este modo se equilibran

10-. Dejar de seguirlo/la en Facebook e Instagram

Dejar pasar al menos seis meses hasta retomar el contacto. No podemos pretender que a las dos semanas de haber cortado ya sean amigos.

Durante seis meses no deberíamos saber nada de él o ella. Ni en Facebook ni nada por el estilo. No ayuda a que el duelo evolucione. Hay que dejar que la herida cierre totalmente, y a partir de ahí podrán seguir siendo amigos o compañeros de ajedrez.

El contenido en Facebook puede ser una fuente de angustia para las personas que recientemente han experimentado una ruptura romántica. Sostiene una tesis doctoral de Veronika A. Lukacs, de la Universidad de West Ontario (Canadá).

En su estudio, aquellos que participaron en altos niveles de vigilancia electrónica interpersonal experimentaron más angustia por la ruptura que las personas que no lo hicieron.

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