11 consejos para llevar una dieta más sana

Estos cambios en tu dieta son sencillos de llevar a la práctica, no cuestan tanto llevarlos a cabo y te irás acostumbrando a ellos.

A estas alturas lo tenemos claro: hacer dieta es una lata. Y además, muchas veces trae consigo el habitual efecto rebote: adelgazas cuatro kilos tras una dieta demasiado estricta y acabas con seis. Las dietas milagro no existen y la única alternativa es cambiar de hábitos a largo plazo. Adoptar cierto cambios sencillos en tu alimentación que a la larga te ayuden a ir adelgazando y a verte mejor en el espejo.

Estos cambios en tu dieta son sencillos de llevar a la práctica, no cuestan tanto llevarlos a cabo y te irás acostumbrando a ellos hasta hacerlos parte de tu rutina diaria.

1.- Aprende a cocinar

No hace falta que te conviertas es un chef de la noche a la mañana, pero cocinar más platos en casa y comer menos platos preparados del supermercado, y olvidar la comida rápida te ayudarán a tu objetivo de dejar atrás los kilos de más.

Hay recetas muy sencillas que te resolverán las comidas del día a día. Las legumbres de bote, los huevos, las verduras frescas pueden ayudarte a crear platos sanos y deliciosos. Procura tenerlos en tu despensa.

2.- Planifica tus comidas semanales

Si tienes organizado qué vas a comer cada día, si vas a hacer la compra con una lista, es más fácil comer sano y evitar las tentaciones.

Además, puedes tener platos ya cocinados en el congelador, huevos cocidos, verduras ya cortadas y limpias, para que sea más fácil preparar una comida o una cena en poco tiempo.

3.- Prepara raciones más pequeñas

Hay que aprender a controlar la sensación de saciedad, comer más despacio y comer platos con raciones más pequeñas para comer menos sin necesidad de pasar hambre.

4.- La mejor bebida, el agua

Olvida las bebidas azucaradas, los zumos, incluso las bebidas light, o esa copita de vino o cerveza con la que cenas día sí y día también. Lo mejor para beber es el agua. Así no sumas calorías extras en la bebida.

5.- El mejor postre, fruta o un yogur natural

Otro de nuestros puntos débiles es el postre: acabar con algo dulce o con algo de chocolate después de cada comida. Acostúmbrate a tomar algo de fruta, que tiene ese punto dulce que nos hace falta, y además nos obliga a masticar y a conseguir la saciedad. También son aptos los yogures naturales, sin azúcar.

6.- Una dieta alta en fibra para no pasar hambre

La fruta, la verdura, las legumbres y los cereales integrales son nuestros mejores aliados a la hora de adelgazar. Tienen mucha fibra y nos hacen estar saciados durante más tiempo.

7.- Huir de la tentación

Cuanto más lejos tengas las galletas, el chocolate y las demás tentaciones, más fácil será no caer en la tentación. Llena tu despensa de productos sanos y destierra las tentaciones.

8.- Cambia la forma de cocinar

La carne y el pescado, mejor a la plancha o al horno. Y sin salsas, solo hace falta un chorrito de aceite de oliva. Además, es una manera muy fácil de cocinar para la que no necesitas pasarte horas entre fogones. Destierra los fritos y rebozados.

Pones en una bandeja en el horno un poco de salmón, verduras como pimientos, calabacín, berenjena o brócoli y tienes una cena perfecta.

9.- No te saltes comidas

Hay gente a la que le funciona muy bien la dieta del ayuno intermitente, pero no es para todo el mundo. Es mejor comer pequeñas raciones a lo largo del día, no pasar mucha hambre y evitar así que nos demos el atracón en cuanto volvemos a comer.

10.- Las proteínas magras ayudan a adelgazar

Queso fresco, huevos cocidos o revueltos, pechuga de pollo, pescado blanco, o marisco son alimentos deliciosos, altos en proteína y que nos mantienen saciados durante muchas horas. Muchas dietas aconsejan comer algo de proteína en cada comida, y lo cierto, es que es un truco muy efectivo para adelgazar.

Por el contrario, evita las carnes rojas, el embutido, es lo mejor para tu salud.

11.- Adiós azúcar

Es un cambio que puede costar al principio, pero que a la larga te acostumbras a ello, y luego las cosas demasiado dulces te dejan de gustar.

Puedes ir reduciendo el consumo de azúcar poco a poco, echando cada vez menos. Revisa también las etiquetas de los productos que compras en el súper y deja de consumir los que tienen azúcar oculto: la salsa de tomate, los preparados de pescado, los cereales supuestamente sanos del desayuno, los productos light suelen tener mucho más azúcar del que crees.

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