¿Cómo dejar el tabaco, de golpe o gradualmente?

El tabaquismo mata cada año a alrededor de 8 millones de personas por todo el mundo. La mayoría de fumadores con dos dedos de frente temen a esa espada de Damocles que pende sobre sus cabezas.

Por lo tanto, millones de personas en todo el mundo quieren superar la dependencia del tabaco, pero quieren saber: ¿Cuál es la mejor manera de dejar de fumar? ¿Dejar de fumar repentinamente o dejar de fumar gradualmente?

Luis Miguel Real; Psicólogo y especialista en adicciones, no explica, en su artículo publicado en PsicologiayMente.com, cual es el mejor método para dejar la adicción del tabaco.

¿Es malo dejar de fumar de un día para otro?

Para algunas personas puede ser bueno, para otras puede ser un auténtico infierno. Reconozcámoslo: cada persona es diferente. Y no solamente de sus opiniones e ideas, sino de su metabolismo y de su genética.

Hay personas que cuando intentan dejar el tabaco de golpe, con un aguerrido “mañana ya no fumo más” lo consiguen sin apenas ansiedad o sin síntomas físicos del síndrome de abstinencia del tabaco. Pero solo algunas personas.

Si te das un paseo por foros de Internet y grupos de facebook, leerás que la mayoría de la gente repite sin cesar el mismo discurso copia-y-pega de “todo lo que necesitas es fuerza de voluntad, lo dejas ahora mismo y ya está”. Sin embargo, por muy bonito que lo pintemos, la realidad no es tan dulce para todas las personas.

Nos guste o no. Hay personas que sufren muchísima ansiedad cuando intentan dejar el tabaco de un día para otro. Y la ansiedad no suele matar a la gente, pero en el caso del tabaquismo hemos de tenerla muy en cuenta.

Con ansiedad, es mucho más difícil mantener la abstinencia. Cuando una persona sufre de ansiedad por abstinencia a la nicotina, es mucho más probable que sufra una recaída en el tabaco, porque fumar es la vía más rápida de “calmar” los desagradables síntomas del síndrome de abstinencia.

Simplemente, dejar el tabaco de golpe no funciona para todo el mundo. No es ninguna cuestión de fuerza de voluntad ni actitud. Es biológico.

Repasemos los puntos en contra de intentar dejar de fumar de golpe:

  • Mayor ansiedad en muchas personas
  • Más probabilidades de tener recaídas más tarde
  • Se centra en la “motivación” y ésta no dura para siempre

Las ventajas de dejar de fumar gradualmente

A continuación voy a comentar algunas de las ventajas y beneficios de dejar de fumar poco a poco:

1. Auto-conciencia de los hábitos de consumo como fumador

Un error muy habitual entre la gente que intenta liberarse del tabaco es el de saltarse la fase de auto-conocimiento y familiarizarse con los propios hábitos de consumo.

La mayoría de fumadores que no consiguen dejar el tabaco tienen algo en común: no se han dedicado a observar con atención cuándo fuman, cuanto fuman, cómo fuman, con quién fuman, qué sienten antes, durante y después de fumar un cigarrillo.

2. Preparación mental para dejar de fumar el día D

Cuando un fumador ha hecho bien ese trabajo previo de observación, puede mentalizarse e ir reduciendo sus cigarrillos diarios de manera estratégica.

Así, cuando marque en el calendario el día a partir del cual no volverá a fumar, podrá hacer una correcta preparación mental y llegar ahí con las máximas probabilidades de éxito.

Mucha gente se marca un día en el calendario sin darle muchas vueltas a si es lo más inteligente o lo más realista, y a veces se llevan sorpresas desagradables, como que ese día “llega muy rápido”, o se les hace más duro de lo que imaginaban, o que no habían pensado en qué iban a hacer cuando se cruzasen con otros fumadores o fuesen a los sitios “de siempre” sin fumar ni comprar tabaco. Y se dan cuenta de que hablar es mucho más fácil que hacer.

3. Aprender a evitar recaídas en el cigarro

La adicción al tabaco es una de las más “simples” si la comparamos con otras adicciones como la ludopatía, la cocaína o el alcohol, que son más complejas y difíciles de superar. Por eso tanta gente tiene éxito cuando intenta dejar de fumar durante unos pocos días o unas pocas semanas.

Me recuerda mucho a los primeros días de enero, cuando los gimnasios y parques se llenan de gente con muy buenas intenciones y motivación, para volver a quedarse vacíos antes de llegar febrero.

La mayoría de gente que intenta dejar el tabaco sin prepararse ante las posibles recaídas… recae. Es una realidad. Si no fuese así, no tendríamos casi un 30% de la población adicta al tabaco. La mayoría de fumadores han intentado dejarlo, y muy pocos lo consiguen sin ayuda previa. Hay estadísticas que hablan de un 95% de intentos que terminan en fracaso.

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