Somos lo que comemos y hoy en día de eso no sabemos mucho. Acostumbrados a lo cómodo, fácil y, sobre todo, rápido, lamentablemente la alimentación no está entre nuestras principales preocupaciones.
Pocas cosas generan tanta satisfacción como cultivar tus propios alimentos. Trabajar la tierra puede ser muy terapéutico, al igual que ver las plantas crecer y cuidarlas hasta transformarlas en un plato delicioso. También es un buen camino para incorporar productos orgánicos.
Qué es un huerto urbano
Es la adaptación de la huerta tradicional que se practica en el campo rural a un espacio urbano en la ciudad – cubierto o no – con la intención de cosechar hortalizas, flores, hierbas culinarias, plantas aromáticas o medicinales, etc.
En definitiva, ¡huertos situados en una ciudad!
Beneficios de un huerto urbano
- Producimos nuestros propios alimentos y sabemos qué estamos comiendo con nuestras huertas caseras.
- Redescubrimos los aromas y el sabor de las hortalizas y frutas.
- Mejoramos nuestra alimentación al comer más sano.
- No contribuimos en los aumentos de agriculturas intensivas y alimentos transgénicos.
- Mejoramos la biodiversidad de la ciudad y calidad del aire (aunque en pequeña escala, es nuestra contribución a la sostenibilidad de las ciudades).
- Mejoramos nuestra relación con la naturaleza.
- Aporta beneficios a nuestra salud mental (es una excelente antiestrés) y actividad divertida, relajante y saludable.
Consejos para hacer tu huerto en casa
Si quieres cultivar un huerto en la ciudad debes de tener en consideración una serie de consejos para tener un huerto en casa coherente y que cubra tus necesidades.
1.- Ubicación
Aunque parezca obvio, hay que recordar que tenemos tres posibilidades; en el balcón de casa, dentro de la vivienda, y en una terraza o patio que pueden ser privados o comunitarios.
Además, debes tener en cuenta 3 elementos claves antes de decidirte por la ubicación de tu huerto:
- Luz: Necesitamos encontrar un espacio con la mayor y continua exposición al sol. Para las hortalizas mínimo debería de ser entre 5 y 6 horas de sol directas al día.
- Orientación: Para la mayoría de las hortalizas el suroeste o sur es conveniente, y para verduras de hoja (lechuga, berro, rúcula, aromáticas, etc) con tres o cuatro horas al día de sol van bien.
- Agua: Necesitamos ubicar la huerta en una zona que tengamos acceso a una toma de agua; o sea para regar o conectar el sistema de riego y goteo.
2.- Herramientas
Esto depende de la economía de cada uno.
- Azadilla de lanza. Sirve para retirar restos vegetales y las malas hierbas, remover la tierra, airear.
- Azadilla de horquilla o escardillo. Sirve para cavar, remover la tierra, romper los terrones y escardar malas raíces y hierbas.
- Cultivador. Sirve para arañar la superficie y airearla.
- Palita o trasplantador. Podremos abrir agujeros para plantar semillas y plantones.
- Rastrillo de mango. Prácticamente sirve para todo, pero con la principal función de arrastrar restos vegetales.
- Capazo y guantes. Los capazos son muy útiles para trasplantar y mover tierra de un lugar a otro. Protegernos las manos siempre va bien, y los guantes son la mejor opción para los huertos familiares, mira que sean un poco gruesos.
3.- Recipientes
El mercado ya nos ofrece diferentes tipos de recipientes que se adaptan a la perfección al tamaño del patio, terraza o balcón.
- Jardineras y macetas: La mayoría de jardineras y macetas, ya las hacen directamente de plástico de PVC o bioplástico y con múltiples tamaños y formas, así que tenemos muchas opciones para comprar. ¡Son los recipientes más baratos!
- Cajones de cultivo: Suelen ser de madera y tratadas para soportar condiciones climatológicas al aire libre. Las encontramos con forma cuadrada o rectangular y de diferentes tamaños.
- Mesas de cultivo: Este es el contenedor por excelencia del huerto urbano en azoteas por su comodidad y que puede encontrar un buen volumen de sustrato.
- Mesas de plantación: Estos recipientes son utilizados en amplios patios y terrazas y van directamente al suelo. Su capacidad de cultivo es mucho mayor que los contenedores anteriores.
- Recipientes verticales: Para sacar todo el partido posible al espacio que tenemos destinado al cultivo también existen estructuras verticales dónde podemos crear minihuertos que se instalan en las paredes.
4.- Sustrato
La mayoría de los árboles frutales, plantas aromáticas, hortícolas y condimentarías que cultivamos en la huerta orgánica “son de fácil crecimiento” pero necesitarán una tierra fértil, con nutrientes, mullida y con capacidad para retener el agua.
El sustrato adecuado será el que te asegure:
- Sujeción
- Acceso del oxígeno a las raíces
- Retención adecuada de humedad
- Nutrientes
En primer lugar, se debe tener en cuenta la clase de sustrato a utilizar en los tiestos, un error bastante común es utilizar tierra como la de las macetas, pues los nutrientes que esta tierra va a aportar a los vegetales, no son suficientes y lo más probable es que en un corto plazo se le deban de añadir para obtener buenos resultados.
5.- Preparación
Antes de empezar, mira que los recipientes que utilizas tengan un agujero para el drenaje del agua. Y ahora, sigue los pasos del esquema siguiente:
6.- ¿Qué plantar?
Durante todo el año podrás tener verduras y hortalizas si sabes cuándo es el momento de sembrar y para eso, están los calendarios de siembra, pero siempre debes de mirar las instrucciones de los sobres de las semillas.
7.- Abono
Hoy en día en las tiendas ya podemos encontrar abonos específicos para huertos con cultivos concretos.
Su función primordial de estos fertilizantes es que tengamos una abundante cosecha y de calidad además de intensificar el sabor. La mayoría son de base orgánica que garantiza una agricultura ecológica por su formulación.
Principalmente hay tres tipos de abonos para el huerto urbano:
- Abonos compostados. Es el mantillo, estiércol de caballo, humus de lombriz o el compost hecho en casa. Se suele repartir una fina capa sobre el sustrato o entre cavando un poco.
- Abonos granulados. Son abonos que se distribuyen alrededor de la planta y se van disolviendo lentamente con el agua de riego para que los nutrientes pueden ser absorbidos por las raíces de las plantas.
- Abonos líquidos. Este tipo de abono se disuelve en agua de riego y son muy prácticos. Son fertilizantes de efecto rápido.
8.- Riego
Las plantas y hortalizas que se cultivan en un contenedor necesitan más agua que las que viven en el suelo.
Consejos para regar las plantas de un huerto:
- Los riegos se realizan frecuentes y cortos, pero en menor cantidad para no encharcarlas.
- No se debe de regar a presión. Utiliza regaderas con florón para que el agua caiga suave.
- Según el tipo de planta se debe de ajustar la frecuencia y duración, igual que en el momento de desarrollo, la época de año y meteorología por la densidad de la plantación.
- El horario para regar cambia según la estación del año; en verano, se practica en primera hora o cuando se ha puesto el sol, y en invierno, otoño y primavera, en las horas centrales del día.
- Todos los recipientes de tener un agujero para drenar evitar la acumulación.
- Es bueno evitar mojar las flores, frutos y hojas para impedir la aparición de hongos.
Consejos finales para tu huerto en casa
- Entre los productos más prácticos para plantar en casa están los tomates, los pimientos, las cebollas, la manzanilla o el perejil.
- La primavera es una buena época para el cultivo de estos productos ya que no hay heladas por la noche.
- El riego se debe ajustar a la época del año, al clima y a la cantidad de plantas. Así, mientras que en invierno solo necesitaremos regarlas una o dos veces a la semana, en verano deberemos hacerlo con mayor asiduidad.
- Ojo con la luz, puede arruinar nuestro huerto. La mejor orientación es hacia el sur, donde las plantas obtendrán la luz y el calor necesarios para un buen crecimiento.
- Respecto al abono y el fertilizante, dependerá de las plantas. Aquellas de las que se come el fruto, como el tomate, el pimiento o la berenjena, necesitan más que las cebollas o las lechugas. Suele realizarse dos o tres veces al año, sin cambiar el contenido de la cubeta y añadiendo sólo los nutrientes necesarios.
- La ventaja de realizar el cultivo en un espacio tan pequeño es que es menor la posibilidad de que aparezcan plagas. Las más comunes son el pulgón y la mosca blanca que se eliminan pulverizando agua jabonosa. Para la araña roja lo mejor es colocar pieles de cebolla alrededor de la planta para que actúen como repelente.
- Con todo, disfrutaremos de olores, sabores y texturas propias del mundo rural a nuestra casa.
Si quieres aprender más, puedes consultar otros artículos de interés que recomendamos:
Guía de iniciación al Huerto en Casa – en Planetahuerto.es CLIC AQUÍ
Huerto en casa – en Ecocosas.com CLIC AQUÍ
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