Hacer ejercicios de introspección es muy importante para conocernos a nosotros mismos. Pocas veces meditamos en las cosas que creemos, lo que pensamos del mundo y los proyectos que deseamos alcanzar. Si quieres cambiar esto, el día de hoy hemos preparado una selección de mejores preguntas para reflexionar sobre la vida.
La lista de interrogantes que hemos recogido te servirán para conectar contigo mismo, tus ideales, principios, filosofía y logros en la vida. Si completas la dinámica y la asumes como una actividad seria, te prometemos que no serás la misma persona al finalizar. Esperamos que las preguntas para reflexionar sobre la vida te sean útiles para solucionar posibles conflictos internos.
Mejores preguntas para reflexionar sobre la vida
No hay una mejor forma de conocer la vida que conocerte a ti mismo. Esto no es una paradoja, tampoco un juego de palabras; es una realidad. Después de todo, la vida que creas a tu alrededor está moldeada sobre la base de lo que piensas de ella. Te dejamos con las mejores preguntas para reflexionar sobre la vida que puedes usar para redescubrirte.
1. ¿Cómo me definiría realmente?
El primer paso que te proponemos para iniciar este camino es que intentes definirte. Responde a la pregunta quién soy, y hazlo valorando todos los prismas de tu vida. No lo hagas aludiendo a tu nombre, lo que te gusta o lo que haces. Ve mucho más allá. Te prometemos que, cuando encuentres la respuesta, entenderás de manera diferente tu vida.
2. ¿Cuáles han sido mis mayores logros?
Muchas veces valoramos de manera negativa nuestra vida porque nunca pensamos en los logros que hemos cosechado en el camino. Si pensaras objetivamente en ellos, descubrirías que no todo es tan oscuro y amargo como piensas. Para cumplir con esta actividad de manera más práctica, puedes usar una libreta para apuntar detalles como estos.
3. ¿Cuáles han sido mis mayores fracasos?
Del mismo modo que es saludable pensar en tus logros, también lo es pensar en tus fracasos. Solo rememorándolos es que puedes descubrir qué salió mal y, por supuesto, recoger enseñanzas al respecto. Las preguntas para reflexionar sobre la vida, después de todo, tienen esa misión: aprender de los errores.
4. ¿Qué pensaría de mí, mi versión de hace 10 años?
Responde a esta interrogante de la manera más objetiva que puedas. Cierra los ojos y recupera lo que pensaba tu yo de hace 10 años. Valora, desde sus zapatos, qué pensaría de tu versión actual. Qué pensarías de lo que has vivido, lo que tienes y tu situación en general.
5. Si pudiese volver al pasado, ¿qué cosa haría diferente o cambiaría?
Piensa solo en una cosa de todas las que te gustaría cambiar. Piensa por qué te gustaría cambiarla y qué consecuencia tendría para tu vida actual. ¿Algo cambiaría?
6. ¿Soy feliz?
Una de las grandes preguntas para reflexionar sobre la vida. Es la interrogante capital, aquella en la que muchos tienen una cita consigo mismos. La felicidad es para muchos el fin supremo de la vida.
7. ¿Cuán a gusto estoy con mi trabajo?
Nunca estarás 100 % a gusto con tu trabajo, y tu opinión al respecto variará según esté tu ánimo ese día. Dado que es una actividad a la que le dedicamos mucho tiempo y esfuerzo, no es una mala idea que al menos nos proporcione algo de placer o disfrute.
8. ¿De verdad valoro a quienes me rodean?
Cuando hemos alcanzado cierto grado de intimidad, solemos descuidar a las personas que nos rodean. Damos por sentado que el vínculo que hemos creado se mantendrá sin que sigamos reforzándolo, lo que es un camino directo al desastre. Pensar en cómo valoras a quienes te rodean es otra de las preguntas para reflexionar sobre la vida.
9. ¿Cuál es mi proyecto de vida ahora mismo?
El ahora mismo es muy importante, ya que tu proyecto de vida va mutando de acuerdo con tus experiencias. ¿Qué cosas quieres alcanzar ahora? ¿Cuáles son tus metas? ¿Por qué las quieres lograr? ¿Te harán más feliz, estable o son un capricho? Hazte todas las preguntas que puedas en torno a dichos proyectos.
10. ¿Qué sueños quedan aún por alcanzar?
La cita con la realidad hace que nuestra lista de deseos se reduzca a solo un puñado de ellos. Hay ilusiones que no son realistas, otras que hemos abandonado porque son difíciles y también están aquellas que podemos alcanzar, pero que no le hemos dedicado el tiempo suficiente. ¿Cuáles dirías que son estas últimas?
